Las aguas de marzo trajeron consigo no solo calor, humedad y mosquitos sino crepúsculos de orilla rocosa memorables en las cercanías de Puerto Velasco Ibarra y es de creer que se habrán suscitado cuadros de ocasos encantadores siguiendo la sinuosa línea costanera de la Montura, Punta Cormorant y Bahía de Correos. Aquí cuelgo instantes capturados por la cámara del lado de la Lobería y de la zona opuesta de Playa de Pulpos. 

Las tortugas de la galapaguera de Asilo de la Paz, traídas en 2018 a los siete años de edad desde los laboratorios de crianza del Parque Nacional y la Fundación Charles Darwin radicados en Puerto Ayora, crecen saludables cursando la adolescencia y pronto engendrarán a la primera generación de la especie de tortugas gigantes de Floreana, que tendrá la tarea fundamental de repoblar en la isla  la especie endémica de galápagos que desapareció de acá hace siglo y medio. Incluyo una fotografía selvática de la travesía montañosa que hice a Asilo de la Paz, el cerro que provee de sus entrañas ojos de agua potable natural: una delicia que alcanza a llegar, en Puerto Velasco Ibarra, a los residentes y visitantes de la isla.