Las tortugas de la galapaguera de Asilo de la Paz, traídas en 2018 a los siete años de edad desde los laboratorios de crianza del Parque Nacional y la Fundación Charles Darwin radicados en Puerto Ayora, crecen saludables cursando la adolescencia y pronto engendrarán a la primera generación de la especie de tortugas gigantes de Floreana, que tendrá la tarea fundamental de repoblar en la isla la especie endémica de galápagos que desapareció de acá hace siglo y medio. Incluyo una fotografía selvática de la travesía montañosa que hice a Asilo de la Paz, el cerro que provee de sus entrañas ojos de agua potable natural: una delicia que alcanza a llegar, en Puerto Velasco Ibarra, a los residentes y visitantes de la isla.